Las bolas de molienda y pulido se utilizan ampliamente en el procesamiento de materiales, especialmente para rectificado, fresado y pulido. Fabricadas en acero con alto contenido de carbono, acero inoxidable o cerámica, ofrecen alta durabilidad, resistencia al desgaste y uniformidad. Las bolas de molienda están diseñadas para descomponer los materiales en partículas más finas, mientras que las bolas de pulido proporcionan un acabado liso. Ambos tipos están disponibles en varios tamaños y grados de dureza para adaptarse a diferentes necesidades de procesamiento. Su diseño robusto garantiza un rendimiento constante y una larga vida útil en aplicaciones exigentes.